Hace ya 4 meses que rescatamos a Luchador. El día que le recogimos era un perro muerto en vida, un perro que apenas tenia un hilo de aliento, comido y desgastado por el más cruel de los abandonos. Ha sido un camino lento y largo de cuidados y curas, de atenciones y mimos, de esfuerzo, un camino durante el que Luchador nos ha demostrado día tras día agradecimiento mil por haberle salvado y por haberle devuelto a la vida, una vida digna, la vida que se merece. Pero nuestra labor aún no ha terminado. Él se ha recuperado a nivel de salud pero le falta encontrar la mejor de las familias. Un hogar en el que pueda comprobar el lado bonito de la vida, una vida de perro de casa, de perro de sofá. Hagamos posible que Luchador tenga un final feliz, de esos de las mejores películas: consigamos un hogar para él.