Lolo apareció por el jardín un día y se quedó con nosotros, ya que no tenía dueños aunque era sociable. Hace poco le dimos la oportunidad de conocer un hogar, pero la persona que se lo llevó, lo devolvió al día siguiente porque le había mordido y le cogió miedo. Lolo es un buen gato, por lo que nos contó, se pone muy nervioso cuando ella se preparaba la comida, sin embargo, en el refugio no ha habido problemas con los voluntarios y creemos que esta persona no se tomó el tiempo (ya que literalmente lo devolvió al siguiente día) para conocer a Lolo y las necesidades de aprendizaje que tiene, ya que esto se podría haber solucionado de otra forma, como con la ayuda de un profesional en comportamiento felino. Cuando adoptas un gato adulto ya conoces su personalidad, lo que no implica que su comportamiento no se pueda cambiar y por supuesto, hay que tener en cuenta el cambio y estres que sufren los gatos mientras se adaptan a un nuevo entorno.