Alma vagaba exhausta por las calles. Estaba muerta de hambre y sed. Por más que intentamos ayudarla, su miedo era tal que no se dejaba coger y fue necesario pedir ayuda a un rescatista especializado. Así fue como, cuando ya estaba con nosotros, nos dimos cuenta de que tenía una estereotipia que consistía en dar vueltas en círculo una y otra vez sin parar. Tampoco se relacionaba con otros perros. Su mente y su alma estaban rotas. Buscamos a uno de los mejores etólogos de España para que la ayudase. Él dedujo por su comportamiento que Alma había vivido siempre atada y sin estar en contacto con estímulos de ningún tipo. Muy probablemente había estado atada y encerrada durante muchos años. Gracias al trabajo del etólogo, ella ya no da vueltas en círculo y se relaciona a su manera con otros perros. Alma aún arrastra un corazón destrozado por el maltrato recibido en su anterior vida. Pero no perdemos la esperanza de encontrar para ella una familia que sepa darle cariño y aceptarla tal y como es. Es importante que la familia que la adopte cumpla una serie de requisitos que consideramos indispensables para que la adopción sea exitosa: 1. Vivir en el campo. 2. Ser una familia tranquila y sin niños pequeños, ya que los ruidos le provocan estrés y ataques epilépticos. 3. Deben aceptar que Alma no puede salir a pasear, ya que no acepta la correa. Alma vive en su mundo, pero estamos seguros de que cuando llegue la familia adecuada podrá formar parte de él. ¿Quieres ser tú el mundo de Alma? Su adopción es totalmente solidaria.