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En la naturaleza, las tortugas y otros reptiles herbívoros se alimentan esencialmente de hierbas salvajes. Lo más apropiado, por tanto, es intentar imitar su dieta cuando están cautividad. Las plantas les aportan grandes beneficios para su salud.
Las hierbas naturales son un elemento fundamental en la alimentación de los reptiles herbívoros (iguanas, uromastix...) y en especial de las tortugas, ya que estas evitan problemas como el piramidismo del caparazón.
En el medio natural, tortugas, iguanas y otros reptiles herbívoros comen principalmente hierbas salvajes. En cautividad, por el contrario, se acostumbra a darles sobre todo verduras de huerta y eso puede producir un descontrol nutricional en su dieta.
Pellets de hierbas, tabletas alimenticias…, tenemos una gran variedad de texturas y presentaciones que se ajustan a los paladares más exquisitos.
La comida vegetariana es rica en fibras, vitaminas y minerales, los cuales evitan el reblandecimiento del caparazón y de los huesos (raquitismo y descalcificación). También contienen sustancias naturales de las plantas, que estimulan el sistema inmunológico y activan la digestión.
En algunos casos se incluyen también ingredientes procedentes de las frutas, una fuente extraordinaria de vitaminas, minerales y aminoácidos que va muy bien para lagartos tropicales, iguanas, gecos crestados y diurnos y tortugas acuáticas y terrestres. La fruta fresca en almíbar sirve para completar la dieta de nuestra mascota y debe combinarse con alimentos frescos o piensos.
Los reptiles y tortugas suelen tener problemas nutricionales relacionados con su vida en cautividad, por lo que hay que intentar suministrarles una dieta adecuada y lo más variada posible.