Nunca es una buena idea el regreso de mascotas exóticas a la naturaleza o vida salvaje, porque se han criado en cautiverio. Por más exótica y aparentemente salvaje que sea una mascota, ya se ha acostumbrado a las condiciones ideales de temperatura, humedad y alimentación que recibe en su terrario y no es capaz de sobrevivir por sus propios medios.
También para aquellos que fueron capturados en plena naturaleza, encuentran muy difícil adaptarse de nuevo a ella. Esto se debe, a que su alimento natural no está disponible, o no son capaces de encontrar las condiciones más adecuadas para sobrevivir. La vida salvaje no es ningún picnic, especialmente para animales que no han sido preparados desde pequeños.
Algunos pocos animales logran sobrevivir, pero la cruda realidad es que la mayoría mueren cuando son liberados. Algunos lo hacen rápidamente atropellados por un vehículo o en las garras de algún depredador, pero otros sufren una larga agonía por falta de alimento o incapacidad para procurárselo. Cualquiera sea el caso, es terriblemente cruel el regreso de mascotas exóticas a la naturaleza.
Peligros de soltar a una mascota en la naturaleza
Además de los motivos humanitarios, existen peligros para la población al liberar animales. Muchas veces circulan historias sobre alguna serpiente asolando un vecindario o un lagarto en las alcantarillas.
Las serpientes suelen aparecer en lugares silvestres porque son grandes escapistas y logran sobrevivir mucho tiempo sin alimentarse, pero es muy probable que muchas de ellas hayan sido liberadas porque se volvieron demasiado grandes o inmanejables, y es casi imposible conseguirles un nuevo hogar. Las más peligrosas son las de tipo constrictor, que son sospechosas de la desaparición de mascotas en el vecindario donde se las encuentra.
Los felinos no domésticos liberados también pueden ocasionar molestias, pues pueden ser una amenaza para otras mascotas o incluso para las personas.
Algunas especies liberadas se adaptan muy bien y logran sobrevivir, pero en este caso pueden representar un peligro para el ecosistema. Puede ocurrir que desplacen a las especies nativas por competencia, por ser depredadoras o por introducir nuevos parásitos o enfermedades nuevas en un ecosistema. Por ejemplo, los terrapenes de orejas rojas se adaptan bien a la vida en una laguna, y pueden colonizarla a expensas de otras especies.
Los pericos han invadido algunas áreas, en detrimento de especies nativas y de la agricultura, pues rápidamente se convierten en plaga y dañan los cultivos. Los caracoles terrestres gigantes africanos son considerados una grave amenaza por su voracidad y su veloz ritmo de reproducción.
Los climas más cálidos suelen ser más apropiados para la invasión por especies exóticas. En Florida (USA) ya se han establecido colonias de iguanas y de pitones de Birmania. Las iguanas están causando enormes daños a la vegetación local y se están convirtiendo en una gran molestia. Y las pitones se alimentan de las especies nativas y constituyen una preocupación en los Everglades.
Es por estos motivos que insisto tanto en que las personas piensen muy bien antes de comprar este tipo de mascotas. Llegado el caso en que debas deshacerte de una especie exótica por las razones que fueren, es tu obligación intentar por todos los medios hacerlo de manera responsable.
Puedes ponerte en contacto con sociedades protectoras, refugios, veterinarios, zoológicos, reservas naturales, universidades, organismos gubernamentales encargados de flora y fauna, fundaciones o clubes dedicados a este tipo de animales o cualquier otra persona que supongas que te pueda guiar en el área donde vives para resolver la situación de la mejor manera posible.
Puedes recurrir también a internet, que te brinda una inmensa cantidad de foros y páginas para contactarte con especialistas en todos estos temas. Si te ocupas lo suficiente encontrarás una solución.
