La nutrición de una chinchilla es de suma importancia para su salud y longevidad. La mayoría de los problemas de salud son consecuencia de una dieta incorrecta, pero se pueden evitar una vez que conoces lo que necesita tu mascota exactamente; de este modo puedes leer los nutrientes específicos de cada alimento que compres y comprobar si tiene o no los elementos que tu chinchilla necesita.
¿Qué comen las chinchillas?
Las chinchillas son animales herbívoros (es decir, animales que comen plantas), y en la naturaleza su dieta sería suave: se alimentan de semillas, raíces, hojas, frutos, bayas, corteza, alfalfa y diferentes hierbas; alimentos con un alto porcentaje de fibra.
En cautiverio, muchos propietarios no toman en consideración el tracto digestivo sensible que tiene una chinchilla y sustituyen su dieta básica con una gran cantidad de golosinas y gránulos que contienen otros alimentos o están hechos para otros animales (como conejos o cobayas). Es por eso que nos encontramos con muchos propietarios que se preguntan por qué su chinchilla no quiere comer sus pellets de chinchilla o comienzan a experimentar, a edades muy tempranas, problemas de salud.
Como mascotas, las chinchillas tendrán una buena salud en general cuando se les dé una dieta balanceada de concentrados (pellets) y forraje (heno). Hay que tener cuidado a la hora de incluir en la dieta diaria alimentos como trigo triturado, copos de avena, trigo inflado o semillas de girasol porque, a la larga, será perjudicial. De igual modo, la alimentación con cacahuetes, pasas o fruta y verdura fresca debe evitarse, aunque se puede ofrecer algún día a modo de golosina.
La dieta correcta de una chinchilla debe estar compuesta por un 30% de fibra, un 14-16% de proteína, 35% de hidratos de carbono, 3,5% de grasa y aceite, 4% de azúcar, 6% de minerales y 10% de humedad elemento/rastro, 32.400 Vitamina D, Vitamina A 14.000, 80 vitamina E. [Kennedy, 1970]. De este modo, cualquier dieta que no esté cercana a estos valores tendrá efectos sobre la salud de la chinchilla.
Las proteínas vegetales son necesarias en la dieta diaria para ayudar a que la chinchilla tenga un buen pelaje; no solo facilita un crecimiento adecuado, también le da fuerza y calidad al tacto. Estas proteínas son el segundo elemento que debe mirarse en los alimentos comerciales para chinchillas, después de la fibra. Una dieta baja en proteínas produce mal aspecto en el pelaje, además de otros síntomas como desvanecimientos y pelo frágil y seco. Aunque la herencia tiene también influencia, en general el pelaje denota una buena o mala alimentación.
La fibra es el elemento más importante; debe ser la base de la dieta alimenticia diaria ya que el intestino de estos animales necesita movimiento continuo. Sin embargo, debe darse en las proporciones correctas para evitar problemas como diarrea, hinchazón u otros trastornos digestivos.
No todos los alimentos que encontramos a la venta contienen los valores nutricionales adecuados que debe tener un alimento para chinchilla, por eso, lo mejor es adquirir primeras marcas de pellets, complementos y suplementos nutricionales.
Heno para chinchillas
Muchos propietarios de chinchillas se sorprenden al saber que el heno es una parte importante de la dieta de su nueva mascota. El forraje o fibra son necesarios para una buena salud digestiva. La calidad de ese forraje o fibra juega un papel muy importante en su sistema digestivo y en la prevención de trastornos dentales; por ejemplo, un heno “grueso” de buena calidad necesita ser masticado durante mucho tiempo, y esa acción de moler de lado a lado va desgastando todos los dientes.
Lo ideal es una mezcla de hierbas y gramíneas de pradera, como el heno, base fundamental en la dieta de una chinchilla. La cantidad de proteínas vegetales que debe tener es de un 14% a un 16%; cualquier variación por encima o por debajo del rango de esas cantidades, no es bueno: una dieta que contenga más del 21% de proteínas vegetales, por ejemplo, puede causar graves problemas de salud.
El heno de la variedad Timothy es un heno de buen tamaño de tallo, dulce, seco, limpio, de un bonito verde-marrón que, además de desgastar muy bien los dientes y regular el intestino, contiene del 6 al 8% de proteína vegetal. Esto se puede mezclar con un heno de alfalfa que contenga aproximadamente de otro 6 a 8%, ya que la alfalfa contiene una sustancia que es eficaz en la reparación de células vivas dañadas, lo que ayudará en la longevidad de la chinchilla. Sin embargo, no es recomendable darles alfalfa como forraje en exclusiva, porque a la larga puede derivar en problemas urinarios o de otra índole debido a que es rica en proteínas, calcio y oxalatos. Por ello, la alfalfa es muy buena para crías, hembras lactantes, preñadas, enfermas y bajas de peso, pero no como base de alimentación diaria.
Existen muchas mezclas de heno variedad Timothy que contienen manzanilla, diente de león, escaramujo, caléndula, ortiga, equináceas, que hacen que sea un alimento satisfactorio que debe estar disponible en todo momento.
El heno y la alfalfa se deben almacenar en un lugar bien ventilado y seco. Cualquier forraje expuesto a la humedad o que ha iniciado un proceso de fermentación contiene toxinas mortales para las chinchillas. Por ello, siempre hay que verificar que el heno que les demos no contenga hongos o moho y, en caso de que los tuviera, hay que desecharlo inmediatamente y no dárselo a nuestras chinchillas.
Pellets
Es necesario que los pellets para chinchillas contengan ciertos valores nutricionales que satisfagan sus necesidades nutritivas y digestivas. Los pellets deben ser muy ricos en fibras y proteínas, pero no deben contener grasas, aceites o azúcares. Los valores nutricionales pueden variar entre las distintas marcas y es necesario leerlos cuidadosamente. Las marcas Chinchilla Complete de Versele-Laga, Chinchilla Nature de Versele-Laga, son buenos ejemplos de pellets recomendados. La cantidad de fibra debe tener el valor más alto, al menos un 14% (preferiblemente más del 17%). El valor de las proteínas debe oscilar entre un 16 y 20%. Un valor de más del 20% en proteínas puede causar heces blandas y problemas gastrointestinales. Los pellets de chinchilla deben contener también vitaminas y minerales añadidos. Hemos de recordar que las chinchillas son estrictamente vegetarianas y que los elementos de origen animal no pueden estar presentes en la marca de los pellets que compremos.
Es importante recalcar que no es bueno llevar a casa pellets hechos para otras especies como conejos y cobayas. Las chinchillas son muy selectivas en su alimentación y lo único que pasará es que elegirán lo más interesante de su comida, que contienen en su mayoría grasas y azúcares y que en exceso causan graves trastornos digestivos, hinchazón o desnutrición.
Las chinchillas consumen aproximadamente 2 cucharadas de alimento al día (aproximadamente 20–30 gr). No son propensas a comer en exceso y preferirán el alimento fresco. Les gusta también la rutina y relajarse comiendo, por eso hay que intentar darles siempre a la misma hora. Lo mejor es poner heno y pellets nuevos cada día.
¿Qué vegetales le puedo dar a mi chinchilla?
Las mejores verduras para chinchillas son las de hoja verde, como la rúcula, los canónigos, las espinacas, las acelgas, las endivias, los berros, la achicoria, las hojas de zanahoria, el apio y el diente de león. También son buenas la zanahoria, el pimiento verde y el brócoli. De vez en cuando, a modo de premio, puedes darle un trocito de fruta como la manzana, el plátano o la pera.
Alimentos prohibidos: cebolla, ajo, sal, café, chocolate, queso.
Agua
Las chinchillas necesitan agua fresca todos los días, y pueden consumir entre 15-40 ml diarios. Por eso, lo mejor es comprar bebederos pequeños y cambiar el agua constantemente. Como las chinchillas tienen la capacidad de retener el agua en su piel y cola, puede parecer que no beben tanto; aún así, es esencial que se les renueve el agua del bebedero cada día.
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