Introducción y aclimatación de animales de agua salada

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Algunos seres marinos no deben entrar en contacto con el aire bajo ningún concepto al introducirlos en el acuario. Unos pocos segundos ya pueden ser suficientes para causarles la muerte. Entre estos animales sensibles al aire se cuentan los erizos de mar, los pepinos de mar u holoturias, las estrellas de mar, y los peces globo.

Por ello, ya desde el momento de comprarlos tenga cuidado de que estos animales sean colocados en su bolsa de transporte por debajo del agua. Consulte con su vendedor especializado la manera en que los animales adquiridos tienen que ser colocados en el acuario.

En casa, las bolsas de transporte con los peces y animales inferiores recién adquiridos se abren y se ponen una al lado de la otra en un balde preparado. A lo largo de la siguiente media hora, en el caso de animales muy sensibles por un periodo bastante más largo (pregunte a su vendedor especializado), el agua del acuario se va virtiendo gota a gota en las bolsas. Para ello puede utilizarse una manguera y reducir el flujo con una pinza. De esta manera, los animales no solamente se van acostumbrando a la “nueva” temperatura del agua, sino sobre todo también a sus otros valores (salinidad, valor pH, etc.).

El balde debe mantenerse a oscuras durante este proceso; además, la iluminación del acuario debe mantenerse apagada. En la oscuridad, los animales están expuestos a un stress menor, y con ello están también más tranquilos.

Cuando sus nuevos inquilinos se hayan acostumbrado al agua del acuario, se van introduciendo cuidadosamente en él. En este proceso es muy útil un recipiente de vidrio lo suficientemente grande.

En caso de eventuales lastimaduras durante el transporte, SERA aqumarin acelera el proceso curativo de las mucosas.

En la medida en que le sea posible, adquiera por favor animales provenientes de crianza. ¡Y ponga cuidado en comprar animales que sean realmente adecuados para su acuario!

Ayudante Técnico Veterinario especializada en etología canina. Tiendanimal me ha permitido durante años trabajar en lo que más me apasiona: el mundo animal. Compagino mi trabajo colaborando como voluntaria en protectoras, santuarios, reservas y cualquier evento o actividad relacionada. He realizado diversos seminarios y cursos relacionados con la educación canina, las aves, la primatología y un largo etcétera. Disfruto aprendiendo cada día de estos increíbles compañeros con los que tenemos la suerte de convivir.

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