Las historias de adopción suelen tener un toque especial, y la de Isa y Cleo no es una excepción. Cuando adoptas a un animal, no solo le das un hogar, también le ofreces una segunda oportunidad para encontrar amor y seguridad. Esta es la historia de cómo una simple visita a los boxes de adopción cambió la vida de Isa, su familia y, por supuesto, la vida de Cleo, una gatita tímida que conquistó su corazón desde el primer momento.
Un flechazo felino que cambió sus vidas
Era un lunes como cualquier otro en Tiendanimal Cemar de Murcia. Isa, una colaboradora habitual de la tienda, se acercó a los boxes de adopción para echar un vistazo a los nuevos inquilinos. Aquella vez, entre perros y gatos en busca de un hogar, había una gatita que llamó especialmente su atención: Cleo.
Con apenas dos años, Cleo era una gatita tímida y asustadiza que, aunque se mostraba reservada, tenía un carácter muy bueno.
Los días pasaban y, aunque otros compañeros de Cleo iban encontrando un hogar, Isa sentía que Cleo estaba destinada a formar parte de su familia. “Mi hijo de 6 añitos, que también es súper amante de los animales, llevaba tres años pidiéndome que adoptásemos un nuevo gatete“, comparte Isa.
Con esa motivación y el flechazo que había sentido, Isa tomó la decisión: Cleo sería su nueva compañera de vida, así que decidió rellenar el formulario de adopción.
El proceso de adopción: La espera por un nuevo comienzo
La espera no fue fácil. Mientras Isa esperaba la confirmación de que había sido seleccionada para adoptar a Cleo, veía cómo la gatita pasaba los días en su camita, triste y sola, tras la marcha de su compañera de box. Sin embargo, todo cambió cuando Isa recibió la gran noticia: ¡había sido elegida para ser la nueva mamá de Cleo!
Desde ese momento, la vida de ambas estaba a punto de dar un giro maravilloso.
Isa sintió una conexión especial con Cleo. “Decidí adoptar a Cleo desde el momento que la vi, la verdad, fue un flechazo”, confiesa Isa.
La llegada a casa y la integración en la familia
Al llegar a su nuevo hogar, Cleo no estaba sola. Isa ya tenía a Mamo, una gata adulta de 10 años que nunca había convivido con otros animales. La presentación entre Cleo y Mamo no fue fácil al principio.
Isa recuerda con una sonrisa aquellos momentos iniciales: “La primera noche dormimos todas juntas en la misma cama, y entre bufido y bufido, las cosas empezaron a mejorar“.
Aunque la convivencia tuvo sus retos iniciales, con el paso de los meses, Cleo y Mamo pasaron de ser desconocidas a convertirse en inseparables. “Ahora son dos hermanas que hacen absolutamente todo juntas: comer, dormir, jugar… Son las reinas de la casa, junto a mi peque de 6 años“, relata Isa con orgullo.
Nos encanta ver cómo las historias de adopción crean lazos tan especiales como el de Cleo y Mamo. 💗😻 En Tiendanimal, deseamos que cada animal encuentre un hogar donde pueda ser feliz, tal como lo ha hecho Cleo. Porque al final, adoptar no solo cambia la vida de los peludos, sino también la de quienes les abren las puertas de su hogar.
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