¿Sabías que los gatos son la segunda mascota más habitual en los hogares españoles? Solamente por detrás de los perros. Sin embargo, al contrario que estos, la mayoría de ellos suelen vivir dentro de la vivienda y rara vez salen al exterior.
Por eso, es normal que los propietarios se pregunten si tienen que desparasitar a sus gatos si no salen de casa. Lo cierto es que sí. De hecho, uno de los cuidados esenciales de los gatos es la desparasitación, y esto incluye también a los gatos de interior.
Los parásitos son organismos que viven en el interior de un huésped (internos) o sobre el mismo (externos). Los parásitos internos afectan principalmente al aparato digestivo y respiratorio, como la guardia; mientras que los parásitos externos suelen afectar a la piel y a las mucosas del animal, como las pulgas y las garrapatas.
¿Es necesario desparasitar a un gato que no sale de casa?
Como hemos comentado, los gatos indoor deben ser desparasitados igual que los que pasan tiempo en la calle. Y es que, aunque no salgan de casa, esto no impide que tengan parásitos, tanto internos como externos.
Los parásitos pueden entrar por la ventana o llegar a casa a través de la ropa de los dueños. Y si tenemos perro en casa, este puede traer pulgas de la calle. Pero además, un simple paseo al veterinario o al supermercado puede hacer que contraiga parásitos y que termine contagiándonos. Con lo cual, independientemente de si se trata de un gato de interior o de exterior, es necesario desparasitarlo.
Parásitos más frecuentes en gatos de interior
El primer paso para terminar con el enemigo, es conocerlo a fondo. Desgraciadamente, la lista no es corta y nuestros pequeños peluditos están expuestos a múltiples amenazas que van desde las famosas pulgas y garrapatas a otras menos frecuentes como los “gusanos del corazón”. Los más habituales son los siguientes:
Parásitos internos
Los parásitos internos son los que acceden al interior del animal, pudiendo ocasionar problemas graves en ciertos órganos y a su salud en general:
- Anquilostomas: el contagio puede venir de la leche materna, que hayan traspasado la piel desde el pelaje o por el contacto con el suelo. Se alimentan de sangre dentro del intestino del gato.
- Tenias: son parásitos internos que pueden afectar también a los humanos. Pueden transmitirse al animal a través de las pulgas, cuando estos las ingieren. Para detectarlas, podemos observar las heces o el alrededor del ano. Normalmente presentan forma de granos de arroz.
- Vermes pulmonares y gusanos del corazón: no presentan síntomas muy evidentes, lo que hace que no sean fáciles de detectar. Pero es fundamental evitar su propagación, ya que pueden generar problemas pulmonares, cardíacos, renales y hepáticos.
- Ascáridos: son bastante habituales y pueden aparecer tanto en el intestino como en los tejidos y puede contagiarse también a las personas, normalmente jóvenes. Por lo general, causan lesiones leves, pero en algunos casos pueden llegar a entrañar cierta gravedad.
Si necesitas más información, no te pierdas nuestro post sobre los parásitos intestinales más frecuentes en gatos.
Parásitos externos
Los parásitos externos son aquellos que se adhieren a la piel o al pelo del animal, pudiendo causar picores, enrojecimiento, irritaciones, etc.
- Pulgas: son uno de los parásitos externos que más atacan a los gatos. El síntoma principal es el rascado, lo que puede hacer que sufran enrojecimiento en la piel, heridas y caída del pelo.
- Garrapatas: aunque son menos habituales, pueden aparecer de vez en cuando. Al igual que las pulgas, se alimentan de la sangre de los gatos. Una de las principales señales para detectarlas son los bultos en la piel donde han estado alojadas.
- Ácaros del oído: causan irritaciones en la piel, lo que puede hacer que el gato se rasque y se provoque infecciones y heridas.
No te pierdas nuestro post “Cómo tener libre de ácaros las orejas de tu gato” y “Cómo desparasitar a un gato de las pulgas“.
¿Cómo desparasitar a un gato de interior?
La prevención es fundamental para evitar los parásitos en los gatos. Por eso, es recomendable que revises a tu gato con frecuencia y que utilices desparasitadores en casa. Y en lo que respecta a los cuidados del hogar, es importante que el entorno del gato se mantenga limpio y que sus cosas sean lavadas con cierta regularidad.
Pero además, es importante que realices una visita al veterinario de manera periódica para desparasitarlo. En función de la edad, la raza y el estado de salud de tu gato, recomendará el calendario de desparasitación más adecuado. No obstante, lo habitual es que sea necesario acudir cada 3 o 6 meses.
Por un lado, tenemos los antiparasitarios externos, como pipetas, collares y sprays antiparasitarios. Estos últimos están indicados para gatos de menos de 4 semanas en lugar de collares.
Por otro lado, tenemos los antiaparasitarios internos, normalmente en forma de pastillas. Por lo general, los dueños suelen camuflarlas entre la comida húmeda o dentro de algún snack que le guste. Eso sí, algunas veces pueden llegar a escupirlas. En estos casos, lo ideal es poner la pastilla debajo de la lengua, cerrarle la boca, levantarle la cabeza y masajearle suavemente la garganta para que se la trague.
Te recomendamos que eches un ojo a nuestra guía completa sobre cuál es el mejor antiparasitario para perros y gatos.
Por último, echa un vistazo a nuestra infografía para tener a tu gato libre de parásitos:
Sigue leyendo sobre el cuidado de la salud de tu gato en nuestro blog:
- Guía completa para desparasitar a gatitos bebés
- Preguntas sobre cómo cuidar a un gato huérfano recién nacido
- Esterilizar gatos: Todo lo que debes saber
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