Adoptar o acoger un animal de compañía es una de las decisiones más bonitas que puedes tomar. Pero también conlleva una gran responsabilidad. Es fácil cometer errores, sobre todo si es tu primera experiencia conviviendo con un perro o un gato. Afortunadamente, muchos de estos errores son evitables con un poco de información y preparación.
En este artículo, te contamos cuáles son los errores más comunes y cómo puedes evitarlos para que tu nuevo mejor amigo tenga la mejor vida posible.
¿Estás preparado para tener un animal de compañía?
Cada animal necesita atención de forma distinta. Los perros, por ejemplo, requieren paseos, juegos y mucha compañía. Los gatos son más independientes, pero también necesitan jugar y sentirse queridos. Antes de adoptar, piensa si puedes dedicarle tiempo a tu nuevo compañero.
El espacio también es importante. Un perro grande en un piso pequeño puede no estar cómodo. Los gatos se adaptan mejor a los apartamentos, pero necesitan sitios donde trepar y esconderse. Además, ten en cuenta los gastos: veterinario, comida, juguetes… Tener un animal no es barato, pero vale la pena.
Antes de llevar un nuevo amigo peludo a casa, es importante pararse a pensar. Tener un animal no es solo darle amor y caricias, también implica tiempo, esfuerzo y dinero.
| Y si ya te has decidido por adoptar, te recomendamos que completes esta info con nuestros posts sobre cómo adoptar un perro o cómo adoptar un gato, donde te contamos los pasos, requisitos y todo lo que necesitas saber. |
Los errores más habituales al cuidar de un animal de compañía
Adoptar sin información suficiente es uno de los errores más comunes. A continuación, te mostramos otros errores frecuentes que suelen cometerse al cuidar de un animal de compañía.
1-Falta de información sobre las necesidades específicas de cada especie
Cada animal tiene su propio manual de instrucciones, aunque no venga escrito. Un husky, por ejemplo, necesita correr y jugar todos los días, mientras que un bulldog prefiere descansar y disfrutar de paseos más tranquilos. Si adoptas sin conocer estas diferencias, podrías acabar con un peludo frustrado o con problemas de salud.
Los gatos también tienen sus particularidades. Algunos, como los siameses, son muy sociables y necesitan compañía, mientras que otros, como el azul ruso, disfrutan de la calma y la independencia.
Por eso, antes de dejarte llevar por lo bonitos que son, investiga. Pregunta en protectoras, foros o a veterinarios. No es lo mismo tener un perro de trabajo que uno de compañía.
Cada animal tiene su propia energía, personalidad y cuidados.
2-No establecer rutinas desde el principio
A los animales les gusta saber qué va a pasar y cuándo. Paseos a la misma hora, comida a la misma hora, momentos de juego… Si desde el principio marcas rutinas, tu compañero de cuatro patas se sentirá más seguro y feliz.
Las rutinas también ayudan a prevenir problemas de conducta. Un perro que tiene claro cuándo jugará contigo no te perseguirá todo el día pidiendo atención. Y un gato que sabe cuándo le llenan el comedero no maullará de forma excesiva.
3-Alimentación inadecuada: ¿Qué debe comer tu peludo?
Darle restos de tu comida o alimentos que “crees” que le gustan puede hacerle más daño que bien. Consulta con el veterinario qué tipo de alimento es mejor para él. Cada animal tiene sus necesidades y darle una buena dieta es clave para su salud.
Si quieres más consejos, echa un ojo a nuestro artículo sobre tips sobre cómo alimentar a un perro, donde te contamos todo lo que necesitas saber para ofrecerle la mejor dieta a tu compañero.
4-Ignorar las visitas al veterinario y los cuidados preventivos
Las visitas regulares al veterinario ayudan a detectar pequeños problemas antes de que se conviertan en algo serio. Al igual que nosotros necesitamos chequeos médicos, ellos también. Las vacunas y las desparasitaciones son clave para mantenerlos sanos, incluso si parecen estar perfectamente bien.
| Si quieres estar al día, echa un vistazo a nuestros artículos sobre el calendario de vacunas para gatos y el calendario de vacunas para perros. Te ayudarán a entender qué necesitan en cada etapa de su vida. |
5-No proporcionar suficiente ejercicio y estimulación
Un perro aburrido o un gato sin juguetes pueden volverse traviesos o incluso agresivos. Juegos, paseos y juguetes que desafíen su mente evitarán que se aburran y estarán más equilibrados y contentos.
6-Descuidar la socialización y el entrenamiento
Un perro que no socializa desde pequeño puede tener miedos o ser reactivo con otros animales y personas. Lo mismo ocurre con los gatos. Hacer que conozcan gente y otros animales desde que son jóvenes los ayudará a ser más tranquilos y sociables. Los gatos también deben acostumbrarse a diferentes personas y entornos.
Errores al cuidar de tu primer gato (y cómo evitarlos)
Cuidar de un gato parece sencillo, pero también hay errores que pueden afectar a su bienestar.
Ignorar el enriquecimiento ambiental y el espacio vertical
Los gatos necesitan trepar, esconderse y explorar. Proporcionar rascadores, estantes y lugares altos les ayuda a liberar energía y a sentirse seguros.
Forzar interacciones o no respetar su espacio
A diferencia de los perros, los gatos valoran su espacio personal. Es importante permitirles acercarse cuando lo deseen y no forzar caricias o juegos.
Si estás pensando en adoptar o ya tienes un gato, te recomendamos leer nuestro post sobre qué necesitas para tu primer gato.
Errores al cuidar de tu primer perro (y cómo evitarlos)
El cuidado de un perro implica ciertas dificultades específicas, sobre todo si es tu primer compañero canino.
No establecer límites claros desde el inicio
Es fundamental enseñar normas desde el principio. Un perro sin límites puede desarrollar comportamientos indeseados, como tirar de la correa o saltar sobre las visitas.
Descuidar su socialización en las primeras etapas
Los perros deben conocer diferentes personas, animales y entornos durante sus primeros meses de vida. Una socialización deficiente puede provocarle miedos o reacciones no deseadas en el futuro.
Si estás pensando en adoptar un perro, echa un vistazo a nuestro artículo sobre qué necesitas para tu primer perro.
Cuando cuidas bien de tu peludo, la recompensa es enorme. No se trata solo de alimentarlo y darle un lugar donde dormir. Es compartir momentos, juegos y paseos que hacen que vuestra relación crezca día a día. Un animal que se siente querido y bien atendido es más feliz, más cariñoso y disfruta más de la vida contigo. 🐶😻💗
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