Majestuoso, elegante y orgulloso, el lebrel afgano es una variedad de galgo que no deja a nadie indiferente. No es para menos, teniendo en cuenta su porte, su pelo largo y sedoso y sus andares poderosos. Pero, más allá de su aspecto llamativo, ¿cómo es su carácter? ¿Y cómo debemos educarlo? Veamos los cuidados del lebrel afgano…
¿Cómo es el carácter del lebrel afgano?
Además de seguro de sí mismo, este tipo de galgo es un perro independiente con fuerte temperamento y un carácter muy controvertido. Hay quien lo describe como valiente al extremo, aunque tímido y nervioso, y en ocasiones, todo lo contrario: tranquilo y holgazán.
De cachorro suele ser muy travieso, pero a medida que va creciendo suele evitar llamar la atención y solo requiere mimos cuando él decide, aunque también puede ser muy tierno y divertido. Sí es cierto que es un perro poco afectuoso, pero aprecia la compañía de los dueños y no tolera bien la soledad por lo que no te confundas: que no te demuestre abiertamente su cariño no significa que no le guste vivir contigo.
Cariñoso y sumamente distante a la vez, es un perro que puede mostrarse muy desconfiado frente a los extraños. Cabe destacar, además, que cuando no se socializa tiene tendencia a desarrollar un carácter salvaje. Si a ello se unimos que es popular por no obedecer a las llamadas y que tiene un instinto depredador la conclusión es sencilla: nunca lo dejes pasear sin supervisión, puesto que puede correr el riesgo de ser atropellado o convertirse en un peligro para las mascotas de los vecinos.
Mucho ejercicio físico
Algo que debes tener en cuenta sobre los cuidados del lebrel afgano es el ejercicio que necesita hacer. Aunque se adaptan sin problemas a vivir en un piso, si se aburren pueden comenzar a adoptar comportamientos destructivos como mordisquear lo que encuentren. Por eso necesitan mucho ejercicio físico con paseos de entre kilómetro y medio y tres kilómetros diarios. Una casa con un patio o un jardín cerrado (bien vallado) es su hogar idóneo para correr y husmear tranquilamente.
¿Cómo adiestrar un lebrel afgano?
Aunque son muy inteligentes, los expertos destacan que adiestrar un afgano puede ser complicado por su carácter tozudo. Te lo adelantamos: el afgano obedecerá tu orden si le apetece, si no, no. No porque no te entienda: sí comprende el sentido de las órdenes, aunque no quiera acatarlas. Resumiendo: el lebrel afgano obedecerá rápidamente siempre que le ordenes algo que le gusta, como bañarse, entrar en el coche, correr…
Su educación debe comenzarse desde cachorro, lo antes posible, puesto que tiene un alto sentido de la independencia (los expertos señalan que su naturaleza es más próxima a la mentalidad de un gato que a un perro). Precisamente por eso los expertos recomiendan los métodos de adiestramiento en positivo, como el entrenamiento con clicker.
Su cuidador es su guía
La jerarquía es clave para el galgo afgano. Por eso, su cuidador debe ser su guía: ha de cuidarlo y amarlo (sin mimarlo), además de llevar a cabo un dominio sereno y autoritario. No olvides que a menudo rechazan obedecer porque son muy sensibles ante las correcciones duras. De hecho, necesitan un trato suave, amable y con paciencia, además de que responden mejor a una orientación dulce, por lo que siempre se debe prestar especial cuidado y atención en este punto a la hora de educarles.
Ahora que ya hemos desvelado los cuidados del lebrel afgano, uno de los ejemplares más hermosos, orgullosos, inteligentes e independientes de todas las razas caninas… ¿Te atreves con ellos?
