Existen diferentes especialidades, cada una, con un adiestramiento básico casi semejante en cada especialidad y un adiestramiento específico, pero no todo empieza aquí, antes hay todo proceso en el que, un equipo humano especializado en la selección de las características, cualidades y virtudes del perro, para posteriormente y previo reconocimiento sanitario, destinarlo a un tipo de especialidad, según sus características destacadas, que pueden ser: Perros de asistencia (ayuda a discapacitados o enfermos), de Protección y defensa, detector de sustancias estupefacientes, dinero, explosivos, restos humanos o acelerantes de fuego (para investigar las causas y materiales usados); y de rescate en grandes áreas (campo abierto, terrenos montañosos) o estructuras colapsadas (derrumbes, terremotos u otro tipo de catástrofes).
Para la preparación de un perro de estas características y previa selección, el perro debe reunir un mínimo de requisitos, que los expertos saben reconocer tras una serie de pruebas en el momento del primer contacto. Pero el objetivo final que se busca, es que en definitiva sea un perro dispuesto a trabajar, a entregarse al que será su guía, que por su morfología, le sea más fácil desarrollar, las actividades que le serán encomendadas.
La socialización de los perros
Llegados a este punto queda todavía mucho trabajo por hacer, que será responsabilidad y dependerá, del criador si vive con el, del nuevo compañero si su función es educarlo hasta que pase al adiestramiento específico de la especialidad o ya, de la propia institución, a la que finalmente vaya a desempeñar sus funciones. Pero sea como sea, su tarea es crucial y de las más importantes, mucho más que el adiestramiento específico, la misión en este periodo, es la socialización, si no se dispone de ella, en su perfecto equilibrio, prácticamente puede decirse, que no será apto para desarrollar su tarea como perro de trabajo.
Por tanto en los perros policía o de trabajo, todavía es más importante, porque tiene que ser un perro que se expondrá a ruidos, tráfico, conflictos, tumultos, niños; además de diferentes tipos de superficies, escaleras, derrumbes, terrenos resbaladizos, escaleras mecánicas, cintas móviles, obstáculos, paredes, etc. entonces, es crucial que en el periodo de las 8 semanas hasta los 6 meses en concreto, se dedique a los perros de todas las finalidades, tanto profesionales como domésticas, a una adaptación y socialización, para evitar futuros traumas psicológicos, fobias o incluso rencores.
El vínculo se consigue con los cuidados diarios, su cepillado, sus paseos, el juego. No debe olvidarse que los perros ya saben sentarse, tumbarse, ladrar, nosotros lo único que hacemos es enseñarle a hacer lo que él ya sabe, pero que lo haga cuando se le indique o en el momento oportuno
Una vez se ha alcanzado el vínculo, mediante el juego con pelotas, mordedores u otros juguetes queridos y apreciados para el perro, se le enseña el cobro, que consiste en recoger el juguete y que nos lo traiga otra vez, para volverlo a lanzar, un juego muy divertido para los dos. A este juego empezamos con distancias cortas para ir aumentando cada vez y con el paso del tiempo iremos escondiendo, ya que es un juego, el mejor para el perro y más gratificante, porque esta realizando una actividad con la persona que más quiere, no podría sentirse mejor.
Más adelante se empieza a esconderle el olor a comida para que vaya estimulando su olfato y posteriormente introducimos el olor que deseamos que busque, dentro del juguete, rodillo o pelota, para paulatinamente, ir poniendo el olor dentro, para que solo busque el juguete con el único afán de hacer lo que mejor le gusta, como he dicho jugar y volver a jugar.
Todo se reduce a un buen trato animal, unir vínculos, mucho cuidado, socialización y juego, para que el animal, trabaje a gusto, fuera de traumas y con ganas.
Aprende mucho más sobre el adiestramiento con estos interesantes post.