Las almohadillas de los perros están diseñadas para ser muy resistentes, permitiéndoles caminar y correr sobre una variedad de superficies sin sufrir daños. No obstante, estas partes de sus patas son igualmente sensibles y requieren una atención especial. Sin los cuidados adecuados, las almohadillas pueden sufrir heridas, agrietamientos o quemaduras.
En este post, aprenderás cómo proteger y cuidar las almohadillas de tu perro, asegurándote de que permanezcan sanas y bien cuidadas en todo momento.
¿Qué son las almohadillas de los perros y por qué son importantes?
Las almohadillas de los perros son las partes gruesas y acolchadas ubicadas en la parte inferior de cada una de sus patas. Estas almohadillas contienen depósitos de grasa que proporcionan elasticidad, importante para reducir el impacto al caminar o correr, y ayudan a amortiguar los golpes, protegiendo así sus articulaciones y huesos durante la actividad física.
Además, las almohadillas poseen glándulas sudoríparas que juegan un papel vital en mantener la humedad necesaria para evitar que se sequen y agrieten, y también en la regulación de la temperatura de las patas en diferentes condiciones climáticas.
Un aspecto fascinante del comportamiento canino es cómo los perros usan sus almohadillas para marcar territorio. Es habitual verlos restregar las patas contra el suelo tras hacer sus necesidades. Este gesto distribuye el olor de las secreciones glandulares de las almohadillas, marcando sutil pero eficazmente su territorio. |
Problemas o lesiones más comunes en las almohadillas de los perros
Las almohadillas de los perros, a pesar de su resistencia, pueden enfrentarse a varios problemas de salud. Aquí te contamos cuáles son las lesiones más comunes y cómo tratarlas adecuadamente.
Heridas por objetos cortantes
Las almohadillas pueden dañarse fácilmente por objetos cortantes como vidrios o piedras afiladas.
Si tu perro tiene una herida superficial, limpia el área con agua y jabón neutro para eliminar suciedad y prevenir infecciones. Después, aplica una crema especial para almohadillas que favorezca la hidratación y la curación, y cubre la herida con una gasa para protegerla y evitar que el perro la lama.
Si tu perro ha sufrido algún tipo de corte más profundo, lo mejor es que lleves a tu perro al veterinario para que te indique cómo actuar y curar la herida.
Almohadillas agrietadas
Las grietas son comunes en climas fríos debido a la sequedad y la pérdida de elasticidad, así como por el desgaste excesivo.
Trata las grietas con betadine y baños de agua templada con sal, que actúan como desinfectantes. La aplicación de vaselina pura puede ayudar a sanar las grietas. Para prevenir, mantén las almohadillas hidratadas con cremas aptas para perros.
Almohadilla quemada por abrasión
Las almohadillas no solo pueden dañarse a causa de una herida producida por un objeto cortante o agrietarse por falta de hidratación. La temperatura también influye mucho en esta piel dura que funciona a modo de zapato para el perro. El asfalto o el hormigón caliente en verano, así como andar por una zona de hielo, puede provocar graves quemaduras por abrasión.
Quemaduras en las almohadillas por altas temperaturas
En verano, el asfalto caliente puede alcanzar temperaturas extremas, causando quemaduras graves en las almohadillas. Evita pasear a tu perro en las horas más calurosas y opta por zonas sombreadas o jardines. También debes tener cuidado con la arena de la playa. Para ello, comprueba tú mismo la temperatura para ver si quema demasiado antes de exponer a tu perro.
Existen protectores solares diseñados para proteger la piel de los perros durante los meses más calurosos. Estos productos ayudan a prevenir quemaduras solares y a reducir el riesgo de problemas de piel relacionados con la exposición al sol. |
Quemaduras en las almohadillas por el frío
Caminar sobre superficies heladas puede causar abrasiones y quemaduras debido al frío extremo. Y es que la exposición al frío y a la humedad de la nieve puede provocar quemaduras en las almohadillas de los perros, al igual que roces y grietas. En este tipo de casos, suele recomendarse el uso de protectores para las almohadillas.
Si tu perro tiene una leve quemadura por alguna de estas causas, mantén hidratadas sus patas y aplica una crema cicatrizante. Lo mejor es hacer una visita al veterinario para que te recomiende una crema con antibiótico y, en caso de que sea necesario, le ponga un vendaje sobre la quemadura para protegerla.
Almohadillas dañadas por erosión
El roce continuo y el desgaste por caminar en suelos duros o la realización de mucho ejercicio pueden provocar erosión en las almohadillas. Por otro lado, la falta de actividad también puede hacer que la piel de las almohadillas se vuelva más blanda y vulnerable. Es importante mantener un equilibrio adecuado de actividad para evitar tanto el desgaste como el debilitamiento de las almohadillas.
Consejos para el cuidado diario de las almohadillas
Aquí te ofrecemos unos cuantos consejos para el cuidado diario de las almohadillas de tu perro:
- Uso de protectores y cremas hidratantes: Las irritaciones y grietas en las almohadillas pueden prevenirse mediante la aplicación regular de cremas hidratantes y protectores de almohadillas para perros. Estos productos ayudan a mantener la piel elástica y resistente a las fisuras.
- Protección con calzado: En paseos por terrenos difíciles o durante largas caminatas, considera el uso de zapatos o botas especiales para perros. Estos pueden proteger las almohadillas de superficies calientes, rocas punzantes o terrenos helados.
- Evita superficies peligrosas: Evita caminar con tu perro por asfalto caliente, arena, rocas rugosas y superficies heladas. Estos terrenos pueden causar quemaduras, cortes o abrasiones en las almohadillas.
- Mantén un equilibrio en el ejercicio: Ni el ejercicio excesivo ni el sedentarismo son beneficiosos. Es vital endurecer las almohadillas exponiéndolas gradualmente a diferentes superficies. Alterna caminatas entre asfalto, arena, roca y zonas verdes para que las almohadillas se acostumbren a diferentes tipos de terreno.
- Importancia de la hidratación: La hidratación no solo afecta la salud interna de tu perro, sino también la condición de sus almohadillas. Beber una adecuada cantidad de agua ayuda a mantener la elasticidad y salud de la piel.
- Cuidado del pelo y las uñas: Mantener el pelo entre los dedos bien recortado es esencial para evitar nudos y deformaciones que pueden afectar la forma en que tu perro camina. Además, un correcto corte de uñas es fundamental para asegurar que tu perro pise correctamente y no afecte negativamente a sus articulaciones. Te dejamos un artículo en el que explicamos paso a paso cómo cortar las uñas de tu perro correctamente.
¿Cómo proteger las almohadillas de los perros?
Las almohadillas de los perros son vitales para su movilidad diaria, pero también son susceptibles a daños causados por condiciones climáticas extremas. Aquí te explicamos cómo proteger las almohadillas de tu perro tanto del calor como del frío:
Proteger las almohadillas del calor
- Evita el asfalto caliente: Estas superficies pueden alcanzar temperaturas que quemarían tus propias manos o pies, por lo que es seguro que también quemarían las almohadillas de tu perro.
- Horarios adecuados para pasear: Programa los paseos a primeras horas de la mañana o últimas de la tarde, cuando las temperaturas son más bajas.
- Usa protectores para patas: Considera el uso de botas para perros diseñadas para proteger sus patas del calor del suelo.
- Hidratación y pausas frecuentes: Asegúrate de que tu perro esté bien hidratado y toma descansos frecuentes en la sombra para evitar el sobrecalentamiento.
Para más consejos sobre cómo proteger a tu perro del sol y el calor, te invitamos a visitar nuestro post detallado sobre este tema.
Proteger las almohadillas del frío
- Botas para el frío: Al igual que con el calor, hay botas diseñadas específicamente para proteger las patas de los perros en condiciones de frío.
- Evita las superficies heladas: Al igual que las superficies calientes, las heladas pueden causar daños como grietas y abrasiones en las almohadillas.
- Cremas protectoras: Antes de salir en días fríos, puedes aplicar una crema protectora diseñada para proteger las almohadillas de los efectos desecantes del frío y la sal de carretera.
- Limpieza después de los paseos: Siempre limpia las patas de tu perro después de un paseo en la nieve o en superficies tratadas con sal. Esto no solo elimina los irritantes y químicos, sino que también previene que tu perro ingiera estas sustancias al lamerse las patas.
Para obtener más recomendaciones sobre cómo cuidar a tu perro durante los meses más fríos, echa un ojo a nuestro post de “consejos para proteger a tu perro del frío“.
¿Cómo curar las almohadillas de un perro?
Las almohadillas de los perros pueden lesionarse fácilmente, por lo que es esencial saber cómo tratarlas adecuadamente para facilitar una curación rápida y prevenir infecciones. Aquí te ofrecemos una guía paso a paso sobre cómo curar las almohadillas de tu perro:
- Lava la herida con agua tibia y jabón, eliminando cualquier resto de suciedad, gránulos de arena o piedrecillas.
- Puedes usar betadine, clorhexidina o agua templada con sal para desinfectar la zona con la ayuda de una gasa.
- Aplica una pomada o crema cicatrizante y protege la herida hasta que se cure.
- Si es necesario, puedes vendar la herida para que nada interfiera en la curación ya que la pata sigue estando en continuo contacto con el suelo. Cambia el vendaje 2-3 veces al día y repite la curación en cada uno.
- Si el perro tiene mucho pelo alrededor de las almohadillas, recórtalo para facilitar la cicatrización y prevenir infecciones.
Además, es muy importante consultar a un veterinario si la herida parece grave o si no muestra signos de mejora. Un profesional podrá proporcionar el cuidado adecuado y recomendaciones específicas para asegurar una curación óptima. |
Mi perro se lame mucho las almohadillas
Si notas que tu perro se lame mucho las almohadillas, esto puede ser indicativo de varios problemas que requieren atención.
- Revisión de las almohadillas: Inspecciona las almohadillas de tu perro para buscar signos de irritación, heridas, cuerpos extraños como espinas o piedrecitas, o incluso infecciones como enrojecimiento, hinchazón o secreción.
- Posibles alergias: El lamido excesivo puede ser una reacción a alergias ambientales o a alergias e intolerancias alimentarias que causan picazón en la piel. Considera si los síntomas coinciden con un cambio de temporada que pueda aumentar la exposición a alérgenos como el polen, o después de la introducción de nuevos alimentos.
- Sequedad o grietas: Las almohadillas secas y agrietadas pueden hacer que el perro se lama en un intento de aliviar la irritación.
- Estrés o aburrimiento: El lamido también puede ser un comportamiento compulsivo derivado del estrés o el aburrimiento. Asegúrate de que tu perro tenga suficiente estimulación física y mental diariamente. Y no te pierdas nuestro post sobre las causas y cómo tratar el estrés en perros.
- Parásitos o enfermedades fúngicas: El lamido excesivo puede ser un síntoma de problemas causados por parásitos. Te invitamos a visitar nuestra guía para desparasitar a un perro adulto correctamente.
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