Los gatos, al igual que los perros, necesitan ser acariciados, pero siempre y cuando lo decidan ellos, ya que necesitan tener el control de la interacción. Si aún no tienes gran confianza con tu gato, lo ideal es que primero le “pidas permiso” a tu mascota mostrándole tu mano para que la huela, si choca su cabeza contra ella significará que se encuentra cómodo. Es el momento de acariciarlo, pero ¿cómo acariciar a un gato? Con suavidad y tranquilidad. Elige las zonas que más le gustan: el cuello, la coronilla y debajo de las orejas, y evita acariciarle la barriga, el rabo y las patas. No lo acaricies con velocidad ni en el mismo sitio mucho tiempo, pues podrás causarle molestias y provocar su enfado.
Cuando el gato te conoce y disfruta con tus caricias se acercará él solo y te las pedirá. Acariciarle las zonas donde tienen sus glándulas odoríferas, como en la barbilla y en la cara, les envuelve en un estado de bienestar y felicidad, ya que desprenden su propio olor y se sienten cómodos y contentos.
Si tu gato ronronea con las caricias significa que está disfrutando con ellas. A estos animales les gusta que les acaricien cuando están tumbados de lado, momento en el que probablemente soltarán sus ronroneos y maullidos, una manera de comunicarse para que les prestes atención. Cuanto más fuerte sea el ronroneo, más a gusto estará.
¿Y tu gato? ¿Cómo te pide su ración diaria de caricias? ¿Tienes que ser tú el que lo persiga para darle uno mimos?
Ayudante Técnico Veterinario especializada en etología canina. Tiendanimal me ha permitido durante años trabajar en lo que más me apasiona: el mundo animal. Compagino mi trabajo colaborando como voluntaria en protectoras, santuarios, reservas y cualquier evento o actividad relacionada. He realizado diversos seminarios y cursos relacionados con la educación canina, las aves, la primatología y un largo etcétera. Disfruto aprendiendo cada día de estos increíbles compañeros con los que tenemos la suerte de convivir.
Es bueno saber que hay gatos que no les gusta mucho el contacto físico y de hecho no les gustan mucho las caricias, no todos los gatos son iguales, hay unos muy dados a las caricias, pero no es la norma.
Es la norma de los gatos caseros con sus dueños.
Será la norma de algunos gatos caseros con sus dueños.
La mía es un claro ejemplo de que no todos los gatos caseros quieren caricas. Pocas veces viene buscando mimos, en cambio siempre se sienta cerca para estar acompañada, pero no se deja tocar y no es porque acabe de llegar, lleva desde que nació en casa (9 años).
Es así como cuentas Alba. Yo tengo un gato desde hace 10 años y es como la tuya. En cambio tengo una nueva gatita que tiene solo 2 meses conmigo y me busca para que la acaricie y no deja de estar cerca de mi y seguirme a todos lados.