¿Tienes una chinchilla en casa? Es momento de conocer más sobre el origen de este curioso roedor, así como sus principales características de la chinchilla, y sus cuidados para que crezca sano y feliz.
¿Cómo son las chinchillas?
Las chinchillas tienen su origen en las regiones montañosas áridas de Sudamérica, aunque hoy están presentes en muchos hogares de Europa y el mundo. Son una mascota perfecta para niños, pues son activas, cariñosas y muy inteligentes.
A diferencia de los hurones u otras mascotas similares, las chinchillas tienen una esperanza de vida larga y pueden llegar a vivir unos 15 años, siempre y cuando reciban los cuidados adecuados y una alimentación completa.
Son animalitos nocturnos. Por la noche están activos, correteando, trepando y jugando en su rueda de ejercicio, mientras que por el día prefieren descansar en un rincón tranquilo. Es esencial respetar su rutina y sueño, ya que de lo contrario podrían sufrir estrés o ansiedad.
¿Cómo elegir la jaula de mi chinchilla?
Una de las principales características de la chinchilla es su tamaño, similar al de un conejo pequeño, por lo que necesitan una jaula grande y espaciosa donde correr, saltar, comer y descansar.
Puedes encontrar jaulas especiales para chinchillas e incluso algunas con distintos niveles, perfectas para que jueguen y se ejerciten subiendo y bajando por las rampas o escaleras.
La jaula debe estar ubicada en un lugar fresco y seco, pues al tener las chinchillas un pelaje muy suave y abundante, el calor no les hace mucha gracia. Se recomienda que la temperatura no sea mayor a 25ºC y lejos de radiadores y corrientes de aire.
No te olvides de colocar un sustrato absorbente en el suelo, como por ejemplo viruta de madera, y un lecho higiénico, ya sea de papel reciclado, maíz o papel en tiras, pues a las chinchillas les encanta la limpieza.
La alimentación de las chinchillas
Las chinchillas son animales únicamente herbívoros, por lo que su alimentación se basa en tres componentes: heno (en un 75%), piensos y mixturas de alimentos (un 20%) y frutas y verduras (un 5%).
Además, se trata de animales con un sistema digestivo muy delicado, por lo que, si queremos cambiarles su alimentación, deberemos introducirles el nuevo alimento poco a poco para que se pueda ir acostumbrando lentamente.
No olvides colocarle en su jaula agua, para mantenerla hidratada en todo momento.
Si quieres darle golosinas a tu cochinilla, los copos de avena o la fruta deshidratada son el alimento indicado para ellas. Pero siempre con moderación, su dieta debe basarse en los alimentos descritos anteriormente para que crezca sana.
Cuidados de una chinchilla
Las chinchillas son muy independientes y requieren de pocos cuidados. A diferencia de otras mascotas, estos roedores se “bañan” en arena para mantener una buena higiene y el pelaje en perfecto estado.
Tan solo tienes que colocar un poco de arena de baño para chinchillas en un recipiente y dejar que sea ella la que se limpie a su gusto. Recuerda que nunca debes bañar a tu chinchilla con agua ni jabón, ya que esto es altamente perjudicial para su piel.
No olvides proporcionarle una jaula espaciosa y con accesorios para mantenerse en forma. A las chinchillas les encanta trepar, correr y saltar y las ruedas de ejercicio les fascinan.
En conclusión, las propias características de la chinchilla la convierten en una mascota independiente y fácil de cuidar. Son animalitos herbívoros que solo necesitan heno y vegetales para crecer sanos y felices.
Como ves, cuidar de una chinchilla es una labor muy sencilla, ideal para que los más pequeños crezcan con una mascota y comiencen a tener responsabilidades con los animales.