Después de muchas sesiones de trabajo llegamos finalmente a este último comando, que tiene como finalidad que tu perro aprenda a buscar, traer y entregarte algo que arrojas. Es genial para divertirte con tu perro y para que se ejercite durante un rato en el parque. Te permite distenderte al aire libre e interactuar con tu amigo.
De más está decir que para poder practicar este comando tu perro ya debe conocer a la perfección el de acudir al llamado, ya que necesitas que se aleje de ti y luego regrese sin distraerse. A la mayoría de los perros les encanta correr detrás de una pelota, así que lo que hace falta es perfeccionar este comportamiento para que te la devuelva cada vez sin dilación.
Comienza como siempre como un juego. Lleva a tu perro a una habitación cerrada, sin distracciones. Necesitas un juguete que le guste mucho y algunas galletas o golosinas. Arroja el juguete a una muy corta distancia y deja que tu perro lo coja o incentívalo para que lo haga. Una vez que lo tenga en la boca estiras tu mano y tomas el juguete diciéndole MUY BIEN, le das una golosina para premiarlo y convencerlo de que lo suelte. Si no quiere dejarlo, sostén la golosina cerca de su cara hasta que suelte el juguete para tomarla. Justo en ese momento lo felicitas y le das su merecido premio. Practica este juego varias veces al día, no más de unos pocos minutos cada vez.
El siguiente paso es agregar una palabra para que el perro suelte el juguete, tal como DEJALO u otra que tú quieras. También puedes darle la orden de BUSCAR cuando arrojas el juguete. Continua practicando hasta que ya no necesites quitarle el juguete, sino que el perro lo deje voluntariamente cuando le das la orden. Siempre resulta útil agregar un clicker para marcar el momento exacto que estás premiando y que el perro aprenda más rápido.
Cuando este ejercicio haya sido incorporado, empieza a arrojar el juguete un poco más lejos, pero aún en un sitio tranquilo y sin distracciones. Si tu perro no te trae el objeto, no lo persigas ni le regañes; solo espera pacientemente hasta que te lo devuelva así él entiende que el juego continúa solamente cuando te trae el juguete. Si esto tampoco funciona, da por terminada la sesión e inténtalo en otro momento volviendo a una distancia más corta que ya había aprendido. Es necesario que practiques muchas veces, siempre con premios, para fijar bien este comando.
El siguiente nivel de dificultad es repetir el ejercicio en diferentes sitios, en un jardín, otras habitaciones, etc. hasta que puedas hacerlo en un parque. Solo dale el premio cuando te trae y entrega la pelota sin tener que quitársela. A medida que mejore ya no le permitas que se entretenga antes de traerla.
Haz de esto un juego divertido, no un trabajo y pronto verás que ya no necesitas las golosinas para premiar a tu amigo. Esta actividad compartida contigo le resultará tan entretenida que será un premio en sí misma. Hay infinidad de juguetes para arrojar que son de lo más atractivos. Incluso puedes adquirir un genial y sencillo lanzador de pelotas para no cansar tu brazo y no ensuciarte las manos.
Después de un ejercicio prolongado, dedica unos pocos minutos a que tu amigo se relaje y deje la actitud de alerta, así regresa a casa más tranquilo.
Adiestramiento I: principios básicos para el éxito
Adiestramiento II: sentado y echado
Adiestramiento III: acudir al llamado y caminar con correa
Adiestramiento IV: quieto y déjalo
Aprende mucho más sobre el adiestramiento con estos interesantes post.