Una chinchilla tiene un ciclo estral de 24 días, y el periodo posible para la concepción es de 2 a 3 días. El periodo de gestación varía según la raza pero, generalmente, dura un total de 111 días, a partir de la concepción. Durante los primeros 60 días, el embarazo de una chinchilla es bastante difícil de detectar , pero a partir de los 90 días es más notable.
Uno de los primeros signos que denotan el nuevo estado es, evidentemente, el aumento de peso; por eso hay que pesar a nuestras chinchillas con regularidad, aparte de para detectar posibles problemas aunque no esté preñada. Las hembras chinchilla tienen seis pezones, tres a cada lado, y conforme va avanzando el embarazo, estos, que normalmente son imperceptibles, comienzan a tener un color rojizo.
También notaremos que el abdomen se va poniendo más duro y firme. La chinchilla sufrirá cambios de humor y consumirá más alimento y más agua. Se pondrán más redondas y se volverán más inactivas. En algunos casos, se acostumbrará a quedarse tumbada de lado en alguna de las baldas.
A medida que se acerque el momento del nacimiento, es muy posible que aparezcan problemas de estreñimiento. Durante todo este tiempo hay que cuidar que siga teniendo su correcta alimentación. Si desde el inicio, una hembra chinchilla no se alimenta con los requisitos nutricionales exactos, las crías podrían nacer con carencia de nutrientes vitales y su desarrollo se verá afectado. Algunos propietarios tienden a dar suplementos adicionales en la dieta básica, pero eso es un error ya que puede causar también problemas.
El aparato digestivo de las chinchillas es muy delicado y por eso es muy importante que tenga una alimentación equilibrada y sin grandes cambios. Si le estamos proporcionando unos buenos pellets, una buena variedad de heno y agua fresca, una chinchilla embarazada no debería necesitar ningún suplemento adicional aparte de lo que ya se le da.
Es importante recordar que a una chinchilla no se le debe dar frutas y verduras frescas, pero es de suma importancia no sobrealimentar o proporcionar alimentos frescos a una hembra preñada, ya que le provocarán gases e hinchazón, que son perjudiciales para el embarazo.
Conforme llegue el momento del parto, veremos que la chinchilla elegirá quedarse en la parte de abajo de la jaula y se pondrá muy inquieta, especialmente cuando comience la labor de parto. Es importante dejarla tranquila durante ese tiempo. Cada chinchilla tiene su tiempo, pero es importante vigilarla en todo momento, siempre sin molestarla.
En el próximo artículo hablaremos sobre los problemas que pueden surgir durante el embarazo.
Hace unos días coji a mi chinchilla y le note la tripita mas durita e hinchada, sinceramente no se si esta embarazada y no puedo llevarla al veterinario, por favor digame que hacer.
Buenos días, Yani. Lamentándolo muchísimo, nosotros no podemos presuponer un diagnóstico desde aquí, sin una correcta valoración de tu chinchilla. Esperamos que finalmente puedas acercarte a un Veterianrio, ya que sería lo mejor para tu animal. ¡Un saludo!