Los gatos tienen necesidades nutricionales diferentes a las del hombre o de los perros. Cada nutriente que se incorpora a la alimentación, es decir, proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales, tiene una función específica y su carencia o exceso generan problemas de salud a largo plazo.
Se puede alimentar a un gato con comida casera, pero como veremos a continuación, es difícil conseguir un adecuado balance de todos los nutrientes. Hay una enorme variedad de piensos comerciales bien formulados con diferentes aromas y sabores que resultarán deliciosos y saludables para cualquier gato.
Nutrientes presentes en la alimentación del gato
Proteínas
Son largas cadenas de aminoácidos que constituyen los “ladrillos” para construir los músculos, órganos, la piel, el pelo y todos los tejidos del cuerpo. Algunos aminoácidos se forman en el organismo, pero otros, llamados esenciales, deben ser incorporados con la dieta. Las proteínas de alta calidad son las que se digieren casi totalmente y permiten aprovechar todos sus aminoácidos; éstas provienen de las carnes (de vaca, aves o pescado), huevos y lácteos. Los gatos tienen la particularidad de usar las proteínas como fuente de energía, por eso necesitan cantidades más altas que los perros o el hombre. La alimentación del gato debe contener aproximadamente un 33% de proteínas de alta calidad, con variaciones que dependen de la edad y la salud del animal.
Grasa o lípidos
Aportan energía y también sabor a la comida. Están formadas por ácidos grasos de distinta longitud y aquí también encontramos algunos que son esenciales. Forman las paredes celulares, gran parte del tejido nervioso, las hormonas y otros mediadores del organismo. Encontramos en este grupo a los famosos ácidos Omega 3 y Omega 6, tan importantes para una buena salud. El gato necesita el aporte de ciertos ácidos grasos presentes solo en las grasas de origen animal, por lo tanto no es suficiente darle aceite vegetal como fuente de lípidos. En la alimentación del gato, la cantidad de este nutriente varía mucho, pero debe tener como mínimo un 10%.
Hidratos de carbono
Provienen de los vegetales y hay dos tipos. Los que generan energía en el cuerpo, como azúcares (lactosa) y almidones (cereales) y las fibras, que no se digieren pero son necesarias para que haya un buen tránsito intestinal. En otras especies los almidones son la principal fuente de energía, pero los gatos no los digieren tan bien. Se necesita una pequeña proporción de fibras, que no exceda el 10% y también en este caso varía mucho la calidad.
Minerales
Son muchos distintos y se necesitan en pequeñas cantidades, pero su carencia o exceso en la alimentación del gato trae trastornos de la salud. Se dividen en macroelementos, que se miden en gramos (calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio) y los oligoelementos, que se miden en miligramos (hierro, cobre, zinc, yodo, manganeso, etc). Sería muy largo explicar aquí para qué sirve cada uno, pero puedes encontrar esa información fácilmente o preguntarle a tu veterinario.
Vitaminas para gatos
Son también nutrientes esenciales para la vida. Se distinguen las vitaminas presentes en grasas (liposolubles) que son las A, D, E y K y las hidrosolubles que son la C y el grupo B.
Las liposolubles se almacenan en el organismo y su exceso en la alimentación del gato puede traer problemas. Las vitaminas actúan en general como elementos catalizadores necesarios para el metabolismo de otros nutrientes, como antioxidantes (vit E), en la visión y las defensas del organismo (vit A), en el sistema nervioso (vit B1), en la coagulación (vit K), etc. Se encuentran en gran cantidad de alimentos de origen animal y vegetal.
El gato, a diferencia del perro, no puede convertir el betacaroteno de los vegetales en vit A y es incapaz de sintetizar la D por efecto de los rayos ultravioletas. Por lo tanto, en la alimentación del gato deben estar presentes los alimentos de origen animal, lo que demuestra nuevamente su carácter estrictamente carnívoro. El hígado es particularmente rico en estas vitaminas, pero no debe usarse en exceso porque trae serios problemas óseos a largo plazo.
Como ves, son muchas las cosas a tener en cuenta al formular una dieta y es difícil hacerlo bien en casa, por eso se recomiendan las dietas comerciales de buena calidad. Esto no quita que puedas darle a tu gato alguna delicia extra, como un poco de atún o de pavo, pero siempre con el consentimiento de tu veterinario, que conoce la salud de tu mascota y qué es lo mejor en cuanto a la alimentación del gato.
Ayudante Técnico Veterinario especializada en etología canina. Tiendanimal me ha permitido durante años trabajar en lo que más me apasiona: el mundo animal. Compagino mi trabajo colaborando como voluntaria en protectoras, santuarios, reservas y cualquier evento o actividad relacionada. He realizado diversos seminarios y cursos relacionados con la educación canina, las aves, la primatología y un largo etcétera. Disfruto aprendiendo cada día de estos increíbles compañeros con los que tenemos la suerte de convivir.