Equipo de CO2 para el acuario
Si alguna vez has visto esas portadas de revistas con acuarios llenos de plantas exuberantes, con un color verde intenso te habrás preguntado como es que lo logran. El secreto de estos acuarios con plantas tan fabulosos es el uso de una iluminación intensa, un buen sustrato y fertilización con CO2.
El carbono es uno de los “ingredientes” básicos de todos los organismos vivos. Las plantas lo utilizan durante la fotosíntesis para obtener su energía y crecer. En un acuario pequeño con poca iluminación, el CO2 generado por la respiración de los peces y las bacterias es suficiente para mantener una población poco abundante de plantas, pero ellas limitan su crecimiento por falta de nutrientes. Si quieres un crecimiento explosivo tendrás que agregar más luz y fertilizar también con CO2 porque los requerimientos de las plantas serán mucho más altos. La inyección de CO2 también es importante para evitar peligrosos cambios bruscos en el pH del agua cuando las plantas lo están utilizando a un ritmo alto.
La forma más sencilla de agregar dióxido de carbono en el agua es usar un equipo que difunda el gas de manera constante. Hay métodos naturales con levadura y suplementos que son efectivos para acuarios pequeños y medianos, pero en una pecera grande con muchas plantas te conviene instalar un equipo profesional.
El equipo de infusión de CO2 consta de varias partes:
–Botella de CO2: es un cilindro de metal que contiene el gas en su interior. Los mejores son de aluminio, pues son más livianos y no se oxidan. Cuando el gas del tanque de CO2 se termina deberás hacerlo rellenar.
–Reductor de presión: el CO2 dentro de la botella se encuentra a una presión muy alta, por lo tanto necesitas un regulador de presión para controlar el gas que se envía al acuario. Estos instrumentos por lo general incluyen 2 manómentros: uno indica la presión en la botella y te avisa cuando se está vaciando y el otro regula el flujo de CO2 hacia el acuario. Este flujo puede regularse en forma manual o automática.
–Válvula solenoide o electroválvula: esta válvula solo es necesaria si quieres regular el equipo en forma automática o semiautomática. Su función es cerrar o abrir la salida de gas según un temporizador o un ordenador que regule la concentración de CO2 en el agua.
–Reactor o difusor de CO2: la función del reactor es hacer que las burbujas de gas se hagan más pequeñas y se mezclen bien en el agua del acuario. De otro modo irían rápidamente hasta la superficie y se perderían.
–Contador de burbujas: es útil pues te permite un aporte de CO2 más controlado, pero no es absolutamente necesario.
-Temporizador: solo para regulación semiautomática. Lo ideal es que encienda el aporte de CO2 y las luces al mismo tiempo para aprovecharlos al máximo. Para instalarlo necesitas tener una válvula solenoide.
–Ordenador para regulación automática de pH: este es un equipo que monitorea el pH y lo mantiene constante mediante la regulación del aporte de CO2 en el acuario. Es muy práctico y evita problemas por cambios bruscos en las condiciones del agua, pero resulta bastante costoso. Requiere además una válvula solenoide.
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